Me siento extrañamente feliz, pero es de esa felicidad que da miedo y que no se podría explicar...
Estoy aquí parada viendo mi vida amenazante, día a día disfrutando estar dentro de esta montaña rusa. Todo da vueltas a una velocidad indescriptible, la adrenalina se intensifica y mi corazón estalla, cientos de zancudos invaden mi cabeza, que de repente, se infla hasta estallar en mil pedazos, calentando cada parte de mi cuerpo, saturando mis oídos hasta dejarlos sin escucha, a mis ojos, una telaraña de recuerdos que me privan por unos momentos, mi lengua blanca y seca se queda sin palabras; y mientras disfruto sonriendo como señal de victoria.... mi cuerpo se desvanece.
Es como si estuviese en un parque de diversiones, en la cima del juego más alto y peligroso. Quedándome ahí… disfrutando de esta abatida victoria para después hundirme en el fondo del mar. Este juego parece no terminar, soy una malabarista de emociones, recuerdos y expectativas....
Lástima que esa felicidad dure tan poco, y la ambición me carcoma lentamente.
Ya no puedo salir,
Ya no quiero salir
Liz ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario